lunes, 21 de abril de 2014

Núvol

¿Alguna vez te has parado a mirar las nubes? ¿ Qué crees que se esconde detrás de ellas?

La respuesta más evidente sería afirmar que tras las nubes solo podemos ver el cielo, el sol, las estrellas, pero eso sería quedarse  corto. Tras las nubes podemos encontrar un mundo nuevo, un lugar donde nosotros somos libres, donde moldeamos nuestra vida, utilizamos el material del que están hechas las nubes.

¿De qué están hechas las nubes? Una nube es una masa visible formada por cristales de nieve o gotas de agua microscópicas.

Eso es solo palabrería científica, las nubes están hechas de algodón de azúcar eso lo sabe todo el mundo, nos quieren engañar con sus tecnicismos pero no dejaremos que lo hagan. No quieren que rocemos el cielo con la punta de los dedos y arranquemos un trozo de nube, eso supondría un paso para el hombre corriente, para el hombre de a pie, rozar las nubes... suena a locura... es una locura, pero... prefiero estar loco, quiero rozar las nubes, desafiar al mundo, robar una estrella y mirar con recelo a la luna, que sienta envidia de mi porque yo puedo vivir en ambos mundos, en el suyo y en el mío, yo puedo ir desde la tierra hasta el mismísimo cielo para encontrarme con ella cada noche.

Pero todo pasa por conseguir rozar las nubes, el primer paso es ver que hay detrás de ellas, yo pienso que debe haber algún tipo de reino oculto como narraba Tolkien en sus libros, donde solo las águilas alcanzaban a llegar, donde ningún ser humano corriente había podido poner un solo pie, los altos dioses como él los denominaba eran los que habitaban esas tierras.

Imagínate lo que sería estar allí arriba, ver el mundo a tus pies y el cielo al alcance de tu mano, con solo estirar los dedos, pero es solo una teoría, un simple sueño, aunque no está mal soñar, nadie nos podrá arrebatar nuestros sueños e ilusiones.

Son como las nubes, nadie las puede atrapar, se diluyen entre los dedos de quien intenta cogerlas, son libres, nosotros somos libres y nuestros sueños los llevamos por bandera.


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