jueves, 29 de agosto de 2013

Reino de luz y Reino de sombras

Si oyes a un niño preguntar por qué el sol viene y se va, dile porque en esta vida no hay luz sin oscuridad.

Luz y oscuridad, bien y mal, triste y alegre, blanco o negro. Todos son conceptos que se contraponen, extremos de una misma relación condenados a enfrentarse los unos a los otros, nunca de la misma mano, ¿o tal vez si?

No es algo que yo haya descubierto, ni nada por el estilo, pero si es algo a lo que últimamente le he estado dando muchas vueltas, el tema de que cada una de esas cosas necesita de la otra mitad para existir, no puede haber día sin noche, no podemos tener luz sin oscuridad, de hecho, todo era oscuridad antes de que el universo existiera, la principal materia del universo es la oscuridad, os lo cuenta un chaval que está en una carrera de letras, para que luego digáis.

Cuando pasas por una mala etapa, siempre se tiende a irse a los extremos, no somos capaces de ver la justa medida de las cosas, pero si nos paramos a pensar un segundo, si de verdad nos detenemos y pensamos a donde queremos llegar con esto, pues veremos que todo tiene una medida.
Ayer me encontraba sentado en mi cama y fui a quitarme mis zapatillas y me di cuenta de que todo se divide en dos lados y que ambas cosas deben existir para que se noten. Esto no me vino asi por que si, es que mis zapatillas son mitad negras y mitad blancas y bueno me quedé embobado mirándolas y fue cuando me vino todo esto.

Comencé a pensar en todo este año y más en este último mes que ha sido un poco duro y ajetreado, aunque ha tenido sus cosas buenas que también escribiré, que no se me ha olvidado que tengo que escribir algo bueno de mi viaje a Lituania.
Pensé en todas esas peleas, en esas idioteces que pasan por mi cabeza, en todos esos complejos, en esa radicalidad, en esa tristeza desmedida que me consumía y entonces lo vi claro, me di cuenta de que todo tiene su otro lado y que bueno que tendrán que pasarme estas experiencias para que después sus contrarios, sus antónimas se noten, y así pueda apreciar las cosas que tiene la vida y que me ofrece.
Es una frase muy tonta y muy repetida pero es verdad:  La vida no siempre es negra o blanca, a veces tiene tonos grises.

El otro día un amiga me dio una carta y la verdad me recordó todo lo malo que pasamos juntos, todas esas discusiones sin sentido y que estuvieron a punto de llevarnos a desaparecer de nuestras respectivas vidas, mas de una vez creí que la perdía y más de una creí que quería perderla, pero son más los momentos felices los que perduran, porque siempre debemos quedarnos con lo bueno y si tenemos algo que nos hace felices no debemos perderlo, ni  pensar en el pasado, solo pararse en él para ver nuestros errores y no cometerlos, esto lo aprendí de tí Carlos gracias a tu entrada y tus consejos.

Adía de hoy me alegro de no haberla perdido y todo porque supe hacer las cosas parándome a pensar, tal vez a muchos no les guste mi decisión, o tal vez no la entiendan o acepten, cuantas veces habré oido la misma frase y similares:
De una ex no se puede ser amigo. ¿cómo puedes seguir hablando con ella? Yo lo dejo con mi novi@ y no quiero saber nada más de esa persona.

Hay está la diferencia entres vosotros y yo, y es que le doy a las personas el valor que ellas me dan a mi y si ha sido importante y sigue siéndolo, ¿Quien soy yo para perderla?

Al igual que hablo de ella, os puedo hablar del resto.
Tengo mucho que agradecer, demasiadas. Hoy mis amistades son las mejores que podía pedir, tengo a mi lado lo mejor de este mundo, por mucho que nos peleemos al final se arregla y creo que deberíamos valorarnos y conocernos mejor todos y abrirnos entre nosotros para ser un grupo fuerte, porque ha quedado demostrado que TODOS estamos en los momentos difíciles y nos tratamos como una familia, que ya seamos tristis o compitruenos, al final somos siempre lo mismo: Carlos, Brenda, Caro, Carmen, Vero, Nuria, Jorge, aunque hayas llegado el último.

Todos debemos apoyarnos y mas de uno puede dar una sorpresa agradable, os aprecio mucho y sois los que dais parte de mi mesura.
La otra mitad la da mi familia, mi otra familia aunque ahora me de hasta vergüenza mirarles por como siempre me comporto, pero es que lo que llevo dentro me puede, pero creo que todo tiene solución y que esto se está pasando, lento, pero se pasa.
Gracias por aguantarme tantos años.

Que más decir, que espero volver a escribir las cosas que mas me gustan, de seguir con historias que empecé y de que tengo nuevos proyectos en mente que ya iremos informando, asi que Nuria muevete y empieza con el proyecto.

Un saludo desde mi mundo al vuestro-


1 comentario:

  1. Eres tonto, ya lo sabes, por escribir estas cosas tan bonitas... yo también me quedo y me quedaré siempre con todo lo bueno. Después dices que no, pero por cosas como esta se demuestra lo buena persona que eres. En lo bueno y en lo malo.

    ResponderEliminar