miércoles, 14 de agosto de 2013

City of Angels

Al final somos niños que derraman lágrimas por las historias más tristes.

Como dice un buena amiga mía, a veces le damos demasiada importancia a cosas que no la tienen, discusiones estúpidas, peleas tontas, situaciones que no merecen la importancia que le damos.
El dolor es muy reciente, sigo con esas dos palabras que me dijo mi tio ayer cuando llegó a casa: se fue....

Era una tarde normal, había vuelto de mi viaje a Lituania, estaba tremendamente feliz, tenía a mis primas de Francia en casa, están de vacaciones aquí, como todos los veranos y se quedan en mi casa a dormir y convivimos juntos.
Ayer decidieron ir  a ver a mi abuelo a la residencia, para que viera a mis primas, fueron todos menos yo.
Me encontraba  cansado del viaje y prefería quedarme en casa escuchando música y descansando el cuerpo y la mente. A cabo de unas horas se abrió la puerta y yo salí para ver quienes eran, vi a mi tio y mis dos primas, vi a mi prima Leti con los ojos rojos, muy tristes, le pregunté a mi tío donde estaban mis padres, él me preguntó si mi madre me había llamado, yo le dije que si que me había contado lo de Ale y que ya sabía que estaba bien, pero no iban por ahí los tiros...
Me dijo: ¿no te ha dicho lo de tu abuelo? yo solo pude decir no. Me dijo: Se fue. De mí solo salía: ¿Como que se fue? Dejaros de bromas ya.
No es una broma, se ha ido, nos ha dejado.
Entonces fue como si me lanzaran mil toneladas de agua al pecho, no podía creerlo, estaba en shock, no podía ser que se hubiera ido, no de esta manera.

No quería asimilarlo, me costaba horrores pensarlo, solo podía llorar, dejar que todo saliera fuera, esperar que pasara el dolor. Llamé a mi padre para saber como estaba y me dijo que hablaría luego conmigo, luego llamé a Carlos, a Nuria, a Carmen, los necesitaba, les necesitaba a todos, necesitaba oir una voz cálida, necesitaba que me sacaran de mi dolor por un segundo.

Ha sido un día horrible, perdí a mi abuelo y casi pierdo a mi amigo. No quiero pensarlo más, el dolor irá desapareciendo conforme pase el tiempo, ahora es cuando los que nos queremos debemos estar hunidos y remar en la misma dirección, ahora se ve quienes son los que de verdad te quieren.

Y volveré a sonreir bajo una gorra de marca. El mundo sonríe un poco menos.- Nuria-

Aquí pierdo un abuelo, pero arriba ganan un ángel. Bienvenido a la ciudad de los ángeles.


No hay comentarios:

Publicar un comentario