La deriva

Una vez que te has perdido deberías pararte, mirar el camino y pensar en lo recorrido, quizás así encuentres la forma de guiarte para continuar.

Siempre intento escribir cuando tengo un hueco o me acuerdo de que tengo un blog y que  no debo dejarlo abandonado, porque es algo que me gusta, me encanta escribir, puede que a veces sean trivialidades, anécdotas, y cosas variadas, pero es como mi medicina, es mi propia terapia para no olvidar ciertas cosas, para poder yo recordarme que debo o no hacer, que es lo que llevo a mi espalda y que propósito debo seguir.

Quiero cambiar mi forma de ser, quiero ser mejor persona, quizás me haya descuidado en ese aspecto, porque me he centrado demasiado en otros, pero no es excusa, no debería ser así, de hecho no soy así, aunque es complicado de explicar, si soy yo pero no todo el tiempo, cuando saco mi lado borde, mi lado mal hablado y "agresivo", no soy esa persona.

Me hace sentirme triste verme asi, puede que sea un imbécil, puede que cometa tantos errores y que haga daño a todo el que tengo a mi lado, puede que estuviera a la deriva, pero estoy intentando cambiar todo eso, es lo mejor que puedo hacer, es lo más sano.

Soy feliz y tengo todo lo que podría pedir y no voy a perderlo por una mala decisión o por mi mala cabeza, no lo permitiré, ya no, antes me hubiera dado igual, antes hubiera pasado de todo, porque nada era lo suficientemente importante, yo solo veía que todo estaba negro y que las pequeñas alegrías eran insuficientes.

Ahora, como una canción de Rayden: las pequeñas alegrías ni se alquilan ni se venden. 

Se acabó lamentarse, se acabó ser mala persona, se acabó eso de hablar mal, se que me costará pero poco a poco lo conseguiré, creo que el primer paso es reconocerlo, agachar la cabeza y pedir perdón para luego levantarla y decir: aquí estoy yo y he venido a comerme el mundo.

Gracias a quienes me apoyan y me quieren lo suficiente como para reconocer mis errores, ayudarme ha solucionarlos y por creer en mi y no abandonarme.